La virtud del elogio

No hay nada como el elogio inmerecido para ablandar el humor de los humanos.

La lisonja no solo finge que somos mejores, sino que puede ayudarnos a ser en realidad mejores de lo que somos.

   (Lo leí en un rincón del Monasterio de San Pedro de Cardeña, Burgos)

El párrafo en cuestión, resume en dos líneas lo que ya explicaba Erasmo de Róterdam en uno de sus libros:

…Sin embargo, mi estilo de adulación nace de la bondad y del candor del carácter y está mucho más cerca de la virtud que aquella su contraria, la cual es de grosera y torpe aspereza e inoportunidad, según dice Horacio.

Ésta levanta los ánimos abatidos, consuela a los tristes, estimula a quienes languidecen, despabila a los torpes, alivia a los enfermos, aplaca a los feroces, concilia afectos y, una vez formados, los mantiene. Presta aliciente a los niños para que estudien letras; alegra a los viejos; aconseja y enseña a los príncipes, sin ofensa, bajo la pantalla de la alabanza. En suma, logra que cada cual se tenga a sí mismo en mayor aprecio y cariño, lo cual es, en verdad, el fundamento de la felicidad.

¿Habrá cosa más complaciente que el rascarse mutuamente dos mulos? No hará, pues, falta que afirme que la adulación constituye gran parte de la elocuencia más celebrada; la mayor del arte médico y la máxima del pórtico; es, en fin, el almíbar y la sazón de todo trato humano…”

Capítulo XLIV, moriae seu laus stultitiae (Elogio de la locura) (1511)

Es triste, se adula a ricos, se alaba a poderosos, llevan las lisonjas hasta el ridículo, en muchos casos inmerecidas, a determinados personajes influyentes, restando unas palabras de ánimo o a veces un simple reconocimiento a lo bien hecho, a la entrega, al esfuerzo, a la virtud, al estudio, que sería el mejor de los regalos y un acicate del que saldrían las mejores cosechas del trabajo del que nos beneficiamos todos de alguna manera.

Viene lo que digo a dos ejemplos recientes en España.

En los primeros días del pasado mes de marzo, acababa de empezar el confinamiento, era popular el tema de la escasez de mascarillas etc., corría en esas fechas por las redes sociales, un escrito pidiendo un reconocimiento del galardón Príncipe de Asturias a uno de los mayores millonarios del mundo, (no sé cuándo acabe toda esta situación que valorará el jurado como merecimiento, los mercenari@s del mundo de la cultura tienen mucha influencia, aunque confío en que no pase de esa, para mí, absurda petición, ejemplo de la “estulticia” del Elogio de Erasmo).

La otra han sido los aplausos a l@s que estuvieron en los primeros días en los sitios donde el contagio del virus era mas probable. Me emocionó cuando a limpiador@s, barrender@s, bomber@s, y todos los sanitari@s eran objeto de reconocimiento.

De cualquier manera, sé, que no durará mucho el reconocer la necesidad que ha sido vista en estos momentos trágicos de l@s invisibles, los que trabajan en las labores mas ingratas, de hecho, en el poco tiempo del llamado desescalamiento se han empezado, sin miramientos, a deshacer de trabajador@s las empresas, por poner un ejemplo, los sanitari@s contratad@s en el hospital provisional en el pabellón Ifema en Madrid.

 El gran Desiderio fue imprescindible para el cambio a la edad moderna del pensamiento medieval, pero apenas influyó en lo que ahora llamamos España, a la cultura se le hurtó por la larga y acerada mano del catolicismo, que en cuanto pudo hizo presa con el poderoso brazo de la Inquisición a quienes cultivaban el conocimiento de sus libros e ideas, sumiendo a la península ibérica en el caldo de cultivo de la contrarreforma, batalla contra el progreso del pensamiento que perduró, salvo los paréntesis republicanos, en la larga noche franquista, pues durante cuarenta años no se pudieron imprimir ni publicar sus obras, (para quien no lo sepa la in-cultura del nacional-catolicismo franquista tenía un ejército de censores a su servicio, típicos exponentes estos deleznables personajillos de la estulticia descrita en el libro Elogio de la Locura).

Hoy, ha perdurado la traducción de Locura para el personaje de la Estulticia del libro de donde es el párrafo precedente y aunque también lo puede ser, alguno de sus traductores como Lebrija había traducido «Stultitia» por «aquella bobería y poco saber» Bonilla y San Martín indicó a tal respecto: «Debe traducirse ‘Stultitia’ por ‘Estulticia’ y no por ‘Locura’; pues bien , le llamemos finalmente locura, estulticia, o más llanamente tontería, bobería, insensatez, necedad o como se escucha en el lenguaje popular actual “gilipollez” lo cierto es que Desiderius Erasmus Roterodamus o como se le conoce en español Erasmo de Róterdam se habría pasmado al ver como encajaban como un guante personajes de la actualidad a los descritos en su libro y como el modelo de tontería e insensatez triunfa en amplias capas de la sociedad.

Para aclararlo bien:

  • elogio, apología, enaltecimiento, encarecimiento, encomio, ensalzamiento, loa, ponderación, panegírico, alabanza
  • elogiar, alabar, loar, ponderar, elevar, encomiar, ensalzar, enaltecer, encarecer
  • lisonja, adulación, alabanza, halago, elogio, aplauso, coba, incienso, jabón, agasajo – bombo – camelo – carantoña – caricia – coba – cumplimiento – ditirambo – encomio – galantería – halago – incienso – jabón – piropo – requiebro – rosca – servilismo – zalamería
  • estulticia, necedad, ignorancia, tontería, disparate, estolidez, estupidez, idiotez, majadería, necedad, sandez, simpleza

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MARINERO EN TIERRA, ALBERTI

VINAROZ- CASTELLÓN-COMUNIDAD VALENCIANA-EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

EL MAR. LA MAR

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?undefined
¿Por qué me desenterraste del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

DESDE ALTA MAR

undefinedNo quiero barca, corazón barquero,

¡Qué dulce el agua salada

quiero ir andando por la mar al puerto.

con su salitre hecho cielo!

¡No quiero sandalias, no!

¡Quiero ir descalzo, barquero!

No quiero barca, corazón barquero,

quiero ir andando por la mar al puerto.

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

DIME QUE SÍ

Dime que sí,undefined

compañera,

marinera,

dime que sí.

Dime que he de ver la mar,

que en la mar he de quererte;

compañera,

dime que sí.

Dime que he de ver el viento,

que en el viento he de quererte;

marinera,

dime que sí.

Dime que sí,

compañera,

dime,

dime que sí.

Del barco que yo tuviera,

serías tú la costurera.

Las jarcias, de seda fina;

de fina Holanda, la vela.

—¿Y el hilo, marinerito?

—Un cabello de tus trenzas.

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

La lectura de un artículo en la bitácora de una persona muy interesante, Paúl Martín, un ser humano de esos especiales, que podrían dar clase de lo que quisieran pues el destino le ha hecho desempeñar múltiples oficios, estudiar de casi todo, pero que su vocación innegable es la de escritor, un escritor y poeta que lo es desde que supo poner una letra escrita sobre un papel, pero que como la mayoría de los seres inteligentes y sensibles que habitan este mundo, solo una minoría es capaz de reconocérselo.

Dice un día Paúl Martín: “… He leído por ahí muchas veces que la poesía es poco menos que recreativa, que todo lo que no sea mirar nuestro interior y reflejarlo en ella es poco menos que una afrenta…Yo estoy más con el poeta prometeico y León Felipe. La poesía es para que se entienda y la poesía ha de ser implicada, porque la revolución la hacen los poetas…”

Otro día nuestro Paúl Martín escribe: “… ¿Dónde nos perdimos para que hoy un poeta apenas sepa decir en sus versos que lo más salvaje que ha experimentado es montar una moto de agua o lo más excitante tocarse el ombligo? …lo dijo Gabriel Celaya -y lo cantó Paco Ibáñez– hace ya camino de cien años. Él, como muchos otros poetas comprometidos con su gran misión, veía en la poesía un instrumento capaz, con otros, de transformar el mundo …”

Y claro, yo creo en lo que dice; he vivido la abominable dictadura franquista, responsable de miles de muertos en las cunetas, miles de mujeres, niños violados, asesinados, miles de buenas personas exiliadas y sí, los poetas fueron con sus palabras los que ayudaron a los cambios que vinieron después.

Muchos, muchos, muchos murieron en el exilio, Juan Ramón Jiménez enterrado en San Juan de Puerto Rico, Emilio Prados murió en México como José Moreno Villa y como también Luis Cernuda o Pedro Garfias, Juan Rejano, Arturo Serrano Plaja, José Herrera Petere aunque a quien siempre he tenido como poeta de cabecera y que sí, comparto con Paúl Martín y con todos los que quieran conocer el alma de los españoles, al gran zamorano tan olvidado por la España de hoy  León Felipe, poeta universal y quien demuestra que la poesía es revolucionaria, como dice nuestro poeta amigo Paúl Martín.

Termino con unos versos de la Letanía de Nuestro Señor Don Quijote, de Rubén Darío, mencionado por Rafael Alberti en su discurso del premio Cervantes 1983 :

Ora por aquellos tristes enemigos

que plantan misiles en lugar de trigos,

sembrando la tierra de llanto y terror,

undefinedque cuando ya el siglo a su fin se inclina,

no es una paloma la que lo ilumina

en vuelo de gracia, de paz y de amor.

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El que es diestro en el siniestro, Unamuno.

CAPARAZÓN CANGREJO AZUL-EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

El que es diestro en el siniestro

es en el derecho zurdo,

pues no hay nada más absurdo

que este pobre mundo nuestro

Miguel de Unamuno, (1864-1936), escritor español.

Estos días en los que la lucha contra la pandemia parece dar cierto respiro, suceden cosas y actos que según mi opinión ponen el listón de la tontería y la estupidez en cotas bastante bajas.
Saltándose el confinamiento y las reglas de distancia impuestas por las normas sanitarias, se suceden absurdas manifestaciones pidiendo “libertad” precisamente por gentes que se caracterizan, además de hacer gala de ello, de pertenecer y apoyar al antiguo régimen dictatorial franquista.
No sé de que clase de libertad hablan, pero si es la que había en la sociedad española cuando mandaba quien añoran, realmente deberían por lo menos callar ese término y emplearse en pedir el que realmente les va «dictadura», les falta razón y derecho como le replicó Unamuno al “generalote” franquista Astray.
La lógica de nacer en barrios adinerados, con las expectativas de un buen empleo, la vivienda asegurada y el flujo del dinero garantizado por su pertenencia a las clases de poderosos e influyentes prebostes, o sencillamente ser de los que están a su alrededor para recoger sus migajas, englobando a estos últimos a los pistoleros o guardaespaldas vestidos de cualquier clase de uniforme o condición, ha hecho salir a combatir con ardor, cacerola en mano y bandera a la espalda, no al virus que asola nuestras familias, sino a quien intenta que esto nos sacuda con menos fuerza, para sus propósitos, alentados los menos espabilados por un grupo de facciosos mediocres politicastros, algunos propietarios de medios de In-comunicación y sus sicarios, financiados claro está por el dinero prestado por el capital de verdaderos cobardes criminales, «pobres victimas de falta de libertad» que han pasado el confinamiento en yates, fincas y grandes mansiones mientras familias enteras compartían resignadas, apenas unos metros de pequeños piso.

Un antiguo refrán popular dice: “El que nace lechón, muere cochino”, y como dice el verso del principio:

«el que es diestro en el siniestro es en el derecho zurdo»

No es nueva esta situación, antiguos especímenes de porcino abuelos de estas generaciones, ya actuaban igual.
El gran escritor D. Miguel de Unamuno y Jugo figura clave de la Generación del 98, y uno de los más importantes de los siglos pasados, tuvo un grave enfrentamiento con el General Millán Astray ante el grito de éste en la universidad: “¡Muera la inteligencia!”

“El 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad, durante el acto de apertura del curso académico que coincidía con la celebración de la Fiesta de la Raza, el rector se enfrentó públicamente al general Millán-Astray, que había pronunciado unas soflamas contra la inteligencia y exaltadoras de la muerte. Posteriormente se atribuyó a Unamuno un discurso lapidario que habría incluido su famosa frase:

Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España.”

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El lobo y el cordero, fábula de Fedro

EL LOBO Y EL CORDERO©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

Esta fábula tiene un componente político y subversivo. Fedro, calificado por algunos como el primer poeta satírico proletario del mundo clásico, dice cosas que muchos pensamos y compartimos, escrita hace dos mil años parece de rabiosa actualidad.

Para hacer mal y daño, nunca faltan pretextos.

El lobo y el cordero.

Un lobo y un cordero, acosados de la sed, habían llegado a un mismo arroyo; el lobo estaba agua arriba, y el cordero mucho más abajo.

Entonces el lobo robador, instigado de su insaciable voracidad, urdió este pretexto de riña:

¿Por qué, le dice, me enturbiaste el agua, cuando yo estaba bebiendo?

A esto dijo el corderillo temblando:

¿Cómo, te pregunto, oh lobo, puedo yo hacer eso, de que te quejas? desde ahí viene corriendo él agua a donde yo bebo.

Atajado el lobo con la evidencia de la verdad, salió diciendo:

 seis meses hace, que me trataste mal de palabra.

Por cierto, respondió el cordero, que aún no era yo nacido.

Pues sin duda, concluyó el lobo, fue tu padre el que me injurió, y así, habiéndole arrebatado, le despedazó con muerte injusta.

Esta fábula se escribió por aquellos hombres; que con pretextos fingidos oprimen a los inocentes.

El lobo y el cordero, Cayo Julio Fedro,

En todas las tradiciones orales de los pueblos existen, después se transmitieron por medio de nuevas tecnologías y pasaron de los papiros al papel de imprenta, hoy los encontramos digitalizados, pero el fondo es el mismo de hace miles de años; parábolas, cuentos, fábulas, son los primeros contactos que desde niños tenemos con el modo de conducirnos, de tomar ejemplos, en resumen de todo lo que aprendemos para formar nuestras conductas. En éste último género, la fábula, desde la antigüedad ha habido grandes maestros.

El profesor de filosofía Don José Carrasco, traductor del latín al español de fábulas de Fedro trae a colación del tema una sentencia de Cicerón:
….“Etenim bœc conficta árbitror á Poëtis esse, ut effictos nostros mores ¿n aliênis persónis, expressamque imáginem nostræ vitæ quotidianæ videremus”
….“Seria superfluo el empeñarnos en probar la utilidad, que de suyo traen las buenas fábulas. Las personas fingidas que en ellas se introducen, son como unos espejos, en que se ve lo malo para huirlo, y lo bueno para abrazarlo”….

La fábula ya era cultivada en Mesopotamia dos mil años antes de nuestra era, en la antigüedad griega Sócrates puso en verso las fábulas del legendario Esopo, por cierto, también un esclavo como lo fuera Fedro.

Este Fedro, de nombre Cayo Julio Fedro el fabulista, nacido en Macedonia, esclavo liberado por Augusto, ahora es reconocido como el primer escritor en compilar libros completos de fábulas en latín, no se debe confundir con Fedro el ateniense, el que hizo famoso Platón.

Las versiones en latín e inglés, las incluyo por respeto a los lectores

PHAEDRI FABULARUM

 LUPUS ET AGNUS

Ad rivum eundem lupus et agnus venerant,

Siti compulsi; superior stabat lupus,

Longéque inferior agnus: tunc fauce improba,

Latro, incitatus, jurgii causam intulit.

  “Cur,” inquit, “turbulentam mihi fecisti aquam

Istam bibenti?” Laniger contra timens,

  “Qui possum, quaeso, facere, quod quereis, lupe?

A te decurrit ad meos haustus liquor.”

Repulsus, ille, veritatis viribus,

  “Ante hos sex menses malé, ait, “dixisti mihi.”

Respondit agnus, “Equidem natus non eram.”

  “Pater, herculé, tuus,” inquit, “maledixit mihi.”

Atque ita correptum lacerat, injusta nece.

  Haec propter illos scripta est homines fabula,

Qui fictis causis innocents opprimunt.

THE WOLF AND THE LAMB
To the selfsame stream, to slake their thirst,
Came a wolf and a lamb. The wolf was standing
Upstream, and the lamb a long way lower.
The ruthless predator, provoked by the prompting
Of his greedy gullet, invented grounds
For an altercation. «What” he accused,
«Do you mean by making my water muddy?»
«Wolf,» the woolly one warily answered,
«How can I be the cause of your discomfort?
The water descends in a downward direction
From you to me.» The wolf, refuted
By the sheer rigor of reason, replied,
«So, six months ago you meanly maligned me.»
«But that,» said the lamb, «was before I was born.»
«Then it must be your father who meanly maligned me.»
And he pounced on his prey and tore him to pieces,
Indifferent to all equity and justice.
This fable is fashioned to fit those oppressors
Who trump up pretexts to entrap the innocent.

Gaius Julius Phaedrus

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Francisco Villaespesa y las murmuraciones.

Puerto de la Azohía-Cartagena-Murcia-España ©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

Estudiar la literatura española, obliga, sobre todo a quien lo hace, a emprender un recorrido por las distintas corrientes y generaciones de autores, hete aquí que, recorriendo la producción literaria de finales del siglo XIX, dí en leer a los integrantes del Modernismo, saboreando a Rubén Darío en  su búsqueda de un mundo más bello y perfecto, y fue entonces cuando me adentre en los distintos escritores de la clasificación ordenada que hacen distintas enciclopedias que estudian el tema; leí al francés Charles Baudelaire el autor de Las flores del mal, a Jacinto Benavente, al falangista y fundador de ese partido fascista, el escritor franquista Rafael Sánchez Mazas, al catalán Eduardo Marquina, al murciano Ricardo Gil o el almeriense Francisco Villaespesa nacido en una comarca ( Laujar de Andarax), que para mí es una de las más bellas de España, La Alpujarra Almeriense.

Supusieron estas lecturas adentrarme en un mundo nuevo de palabras sugerentes, cultas, llenas de recursos y figuras literarias, aunque debo reconocer que sólo ancló en mí el sevillano autor de Soledades, el gran Antonio Machado, precisamente a quien los puristas no sitúan plenamente en este movimiento, dando tal adjetivo a su hermano Manuel Machado.

Hoy traigo a esta página un corto poema de Francisco Villaespesa, autor al que leía de niño por influencia de mi madre, que siempre tenía varios libros de poesía a mi alcance, además, como muestra de su prolífica actividad, un pequeño cuento que digitalizado por la Biblioteca Virtual de Andalucía puede leerse en PDF

Este poeta, puesto que lo más abundante de su obra fue en este campo, también fue periodista, autor y empresario de teatro, tuvo mucha popularidad en su época.

Francisco Villaespesa Martín ©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

SENTENCIAS Y DECIRES
¡Rico, nunca hagas alarde,
ante el pobre, de riquezas;
ni tú, pobre, al ver al rico
maldigas de tu pobreza,
que el rico con sus tesoros
y el pobre con sus miserias,
desnudos como han nacido
han de volver a la tierra!
II
Huye de murmuraciones,
porque el veneno más malo
no es el que vierten las víboras
sino el que sueltan los labios.
Nadie murmure de nadie,
que somos de barro humano
¡y no hay nadie que esté limpio
siendo formado de barro!

Francisco Villaespesa Martín

Texto: © documentos del autor de esta página

Fuentes:

Poesías Completas de Francisco Villaespesa , Tomo I, Aguilar,S.A. de Ediciones, Madrid-1954

Biblioteca Virtual de Andalucía

Francisco Villaespesa  por  Jesús Herrera Peña

Biografías y Vidas

Francisco Villaespesa en Wikipedia

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Cervantes humanizado

Cervantes Humanizado©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

«El viejo Cervantes, el desamparado Cervantes, sabía que su bien más precioso, el único que posee, es la libertad, la independencia.«, a estas palabras escritas por A. del Hoyo sobre él, a mediados de los sesenta del pasado siglo en la contraportada del libro, les precedían las del poeta R. de Garciasol, que confesaba: «El secreto de Cervantes, su legado, consiste en poner al hombre en posesión del hombre, en enquiciarle, en volverle a sí, desalienándole, quitándole enajenación, animalidad, locura, perdición »

El binomio formado por el poeta Miguel Alonso Calvo, conocido como Ramón de Garciasol y el editor, escritor, crítico literario, traductor y lexicógrafo español Arturo del Hoyo Martínez , forjaron en un pequeño libro que con el sello de cuadernos del club de Amigos de la Unesco fue publicado por la represaliada y clausurada por el franquismo en el 1970 la Editorial CIENCIA NUEVA, editorial que abrió brecha en el monolítico mundo cultural franquista, por su dedicación a «la edición y publicación de todo género de obras de carácter científico, filosófico, lingüístico, histórico, religioso, artístico, arqueológico, económico, político, jurídico, sociológico, y cualquier otro aspecto cultural», así como «la edición y publicación de todo género de obras de carácter literario, ensayo, novela, poesía, cine, teatro y bellas artes».

Pues una de sus publicaciones, suelo reseñar en el interior la fecha de las compras de los libros y la de éste es agosto de 1970, siempre lo he considerado una pequeña joya. Su lectura hizo el suficiente poso en mí, como para mirar con otros ojos, a Cervantes, a mi entorno y al mundo.
La joya de libro de la que hablo se llama CERVANTES HUMANIZADO.

Es un librito donde en algo menos de cuarenta páginas, se disecciona y se muestra al verdaderamente desconocido D. Miguel, utilizado en su tiempo y quinientos años después por los estamentos oficiales sin ahondar nada y aprovechándose de quien sobre todo, era un hombre, nada más y nada menos.

A Cervantes y sólo por añadir rasgos para conocerlo, se sabe por una antigua carta que envió desde Argel a Mateo Vázquez , que era algo tartamudo, él se retrata a sí mismo en el prólogo de las Novelas Ejemplares: «…rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos, y de nariz corva aunque bien proporcionada, las barbas de plata que no ha veinte años fueran de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes no crecidos porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia unos con los otros, y el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies…». En aquella época tenía casi los sesenta y seis años, pero llevaba bien los años, era una persona de gran energía y un profundo optimismo. Nos dejó el mes de abril de 1616, el día 23, sin embargo un mes antes, a primeros de marzo estaba todavía trabajando en su obra Los trabajos de Persiles y Segismunda.

A Cervantes se le conoce por El Quijote, pero es a él mismo, a su vida, a sus sufrimientos y a sus ejemplos de buena persona, alguien a quien desde siempre se nos suele hurtar, el gran personaje al que deberíamos mirar con profundidad es a él.

Su biografía está llena de los claroscuros de todos los seres humanos, de contradicciones, de su arte y de su genio innovador, de su capacidad de trabajo, de sus penurias en el cautiverio, de su dolor físico, del desagradecimiento del poder,…»por lo que su vida parece constituir una parábola de la grandeza y miseria de España»… como dice en su biografía de Cervantes el profesor de Literatura y Lenguas Clásicas, Alberto Szpunberg.

Termino con unas palabras escritas por Cervantes cautivo en Argel y desesperado, tenía entonces treinta años:

«Vida es esta, señor, do estoy muriendo
entre bárbara gente descreída,
la mal lograda juventud perdiendo.«

Texto: © documentos del autor de esta página

Cervantes Humanizado, Editorial Ciencia nueva, S, L., Madrid 1966

Biografía de Miguel de Cervantes, Alberto Szpunberg, Ediciones Rueda, 1999

Wikipedia

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