
El que es diestro en el siniestro
es en el derecho zurdo,
pues no hay nada más absurdo
que este pobre mundo nuestro
Miguel de Unamuno, (1864-1936), escritor español.
Estos días en los que la lucha contra la pandemia parece dar cierto respiro, suceden cosas y actos que según mi opinión ponen el listón de la tontería y la estupidez en cotas bastante bajas.
Saltándose el confinamiento y las reglas de distancia impuestas por las normas sanitarias, se suceden absurdas manifestaciones pidiendo “libertad” precisamente por gentes que se caracterizan, además de hacer gala de ello, de pertenecer y apoyar al antiguo régimen dictatorial franquista.
No sé de que clase de libertad hablan, pero si es la que había en la sociedad española cuando mandaba quien añoran, realmente deberían por lo menos callar ese término y emplearse en pedir el que realmente les va «dictadura», les falta razón y derecho como le replicó Unamuno al “generalote” franquista Astray.
La lógica de nacer en barrios adinerados, con las expectativas de un buen empleo, la vivienda asegurada y el flujo del dinero garantizado por su pertenencia a las clases de poderosos e influyentes prebostes, o sencillamente ser de los que están a su alrededor para recoger sus migajas, englobando a estos últimos a los pistoleros o guardaespaldas vestidos de cualquier clase de uniforme o condición, ha hecho salir a combatir con ardor, cacerola en mano y bandera a la espalda, no al virus que asola nuestras familias, sino a quien intenta que esto nos sacuda con menos fuerza, para sus propósitos, alentados los menos espabilados por un grupo de facciosos mediocres politicastros, algunos propietarios de medios de In-comunicación y sus sicarios, financiados claro está por el dinero prestado por el capital de verdaderos cobardes criminales, «pobres victimas de falta de libertad» que han pasado el confinamiento en yates, fincas y grandes mansiones mientras familias enteras compartían resignadas, apenas unos metros de pequeños piso.
Un antiguo refrán popular dice: “El que nace lechón, muere cochino”, y como dice el verso del principio:
«el que es diestro en el siniestro es en el derecho zurdo»
No es nueva esta situación, antiguos especímenes de porcino abuelos de estas generaciones, ya actuaban igual.
El gran escritor D. Miguel de Unamuno y Jugo figura clave de la Generación del 98, y uno de los más importantes de los siglos pasados, tuvo un grave enfrentamiento con el General Millán Astray ante el grito de éste en la universidad: “¡Muera la inteligencia!”
“El 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad, durante el acto de apertura del curso académico que coincidía con la celebración de la Fiesta de la Raza, el rector se enfrentó públicamente al general Millán-Astray, que había pronunciado unas soflamas contra la inteligencia y exaltadoras de la muerte. Posteriormente se atribuyó a Unamuno un discurso lapidario que habría incluido su famosa frase:
Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España.”

Sobre los textos:
- © párrafos y documentos del autor de esta página
- EL CRISOL DE LA CORDURA
Fotografías:
- Archivos propios de © fotografías basado en imágenes del autor de esta página.
- Esta obra se distribuye con una licencia de Creative Commons
- Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 2.5 España.



Mi padre me hablog de Hunamuno, deberia prestarle mas atencion
Me gustaMe gusta