Cosas de niños y abuelos

Os cuento hoy algo cotidiano en la vida de algunos de los que pasamos ya a la llamada tercera edad, aquella que deviene cuando sobrepasas los sesenta años De manera casual empieza en el recibidor de una vivienda normal de planta baja, en una barriada que hace ya más de tres décadas perdió el esplendor de los nuevos barrios en los ensanches de las ciudades, residencias que con tanto esfuerzo compraron muchos trabajadores, casas que ya viven una lenta vejez como las de sus moradores.

Una mujer está frente al espejo de la entrada retocándose los labios y el cuidadosamente teñido pelo y mientras, de reojo, mira hacia el salón donde hace un momento ha visto sentado, mas bien adivinado, tras un muro de papel, en su rincón favorito, ya sabéis que los mayores somos de costumbres, enfrascado, es un decir, en la lectura de la prensa diaria, al hombre con quien comparte su vida tantos años.  

Voy a ver a mi tía María—dice la mujer, mientras se abrocha meticulosamente los botones del abrigo — de acuerdo, contesta levantando la cabeza que asoma hasta la altura de los ojos, Lázaro— y con la parsimonia que le caracteriza, fruto del carácter tranquilo y de los años, que no negaremos que son muchos, empieza a doblar cuidadosamente el periódico en el que acaba de comprobar que, en los números premiados en el sorteo de lotería, como siempre, no figura el suyo.

Luisa previsora insiste en las instrucciones, ¡este hombre, con lo despistado que es! — piensa en voz alta—, ahora ya desde el quicio de la puerta continua machaconamente con la retahíla.

Recuerda cariño, —dice con tono de voz meloso— que hoy vienen nuestros nietos a pasar la tarde, la nena y su marido tienen que acudir a una entrevista, ojalá le den el trabajo, le hace falta, pobrecita, en la casa siempre con los niños y Pablo con esas jornadas tan prolongadas…. además, que para eso hizo ella su carrera, ¡¡con lo buena estudiante que fue!!, y con el dineral que nos costó mandarla a la Universidad, ojala le den el trabajo—suspira con fuerza y afirma decidida—y nosotros la ayudaremos, que para eso estás tú jubilado y …..ahhh que no se te olvide que estarán a las cuatro aquí, hay que darles de merendar, yo vendré pronto, pero después de la consulta del callista me pasaré a comprar un encargo que me ha hecho nuestra hija, ten paciencia y no te muestres como un viejo gruñón, ehh, ¡¡contesta Lázaro!!, ¿me has oído..¡¡si mujer!!, te he oído, ….anda vete y no tardes mucho.

Lázaro dobla definitivamente el diario y contempla por la ventana alejarse a su esposa.

Por un momento se sumerge abstraído en el recuerdo de cuando la conoció, nunca pensó que una mujer tan guapa fuera a querer nada con él y menos a casarse y mira por donde, ya llevan casi cincuenta años juntos, fue la coincidencia común de tener las mismas iniciales en el nombre y los apellidos lo que motivo la curiosidad de conocerse mejor y vaya, cuando empezaron a salir juntos se dieron cuenta que no solo era cuestión de iniciales, alimentaban los mismos principios y objetivos y sobre todo se admiraban el uno al otro.

Lázaro Laín Lezcano y Luisa López Larios, ¿no es sorprendente?, una casualidad así, no es normal—decía para conquistarla—eso es el destino, estamos hechos el uno para el otro—afirmaba rotundo Lázaro.

Y así fue, se casaron y…. ¡¡que guapa es, con los años que tiene y el gusto que da de verla!!—piensa ensimismado— descubriéndose de pronto, aún enamorado.

Ding-dong-ding-dong-ding-dong, bruscamente el insistente ruido del timbre lo vuelve a la realidad.

—¡¡Hola papa!! aquí te dejo a los críos, Pablo me espera con el coche en marcha, en cuanto pueda vendremos por ellos—ya corriendo hacia la acera—¡¡no olvides la merienda!!…¡¡ niñooos portaooos bien con el abueloooo!! —grita desde el auto—.

Como un tornado corren los pequeños hacia la sala y entonces la grey infantil torna en griterío y risas el apacible silencio acostumbrado.

Lázaro cariñoso, aúpa al más pequeño de sus nietos, lo besa y acariciando sus sonrosadas mejillas, eleva con cuidado tono autoritario la voz, entre los juegos desatados de los alevines.

¡¡Chicos, escuchad!! tenéis que dejar de gritar, jugad si queréis—ya con voz apacible—pero sin armar tanto ruido.

Sospecha el abuelo que sus palabras han tenido poco efecto disuasorio entre los infantes, aun así, toma asiento resignado y despliega su periódico buscando ahora el crucigrama.

A esta altura de la tarde los críos ya se han dispersado por los rincones de la casa, el abuelo sorprendido del momentáneo silencio, levanta la vista del diario y al no verlos, va a buscar a sus nietos intentando que vuelvan a la salita, cuando ve al más pequeño tirándole del rabo al gato, que con un espantoso maullido intenta escapar de su captor, ¡¡Jorge, suelta al gato!!, mientras va por él se oye un estrépito en la entrada, uno de los mellizos ha tirado al suelo el mueble con espejo en su afán de hacer caer un llavero con un gracioso conejito, por su parte Lidia que solo tiene cuatro años está en el dormitorio desarrollando su incipiente vocación para la pintura artística, usando de lienzo la blanca puerta del ropero y usando como material pictórico, la caja de cosméticos de la abuela. Con el pequeño en brazos y los otros de la mano, siente un escalofrió, ¡¡falta uno!!… ¿Pablito y tu hermano Luis? …el pelirrojo mellizo encoge sus hombros y Lázaro—muy nervioso—se encamina a la cocina.

Allí el otro mellizo ha decidido que ya que hay que merendar lo mejor es empezar sacando la harina pues…¡¡me apetecían tortitas!!—grita en su defensa, comenzando en ese momento su infalible estrategia de llorar.

Dos segundos después ya están los cuatro llorando.

Se deja caer en el sillón, espantado por su incapacidad de dominar la situación, echa de menos a Luisa, —¿porque me ha dejado solo? —ay, ay, ¡¡niñooo!! ten cuidado, que vas a romper ese jarrón—……ella —piensa abrumado—, sabe cómo afrontar esta locura.

Se le ocurre llamar a su amigo Paulino para pedir consejo, él ha salido de situaciones más graves— murmura mientras marca esperanzado el teléfono salvador—

Al otro lado de la línea, contesta la voz grave de su amigo y Lázaro narra atropelladamente las peripecias de los imberbes.

Lo mejor en estos casos—aconseja Paulino, soltando una carcajada —es el remedio clásico, lo que se ha hecho siempre.

Desconcertado, Lázaro no se atreve a preguntar.

—Empieza a contarles historias, hechos que te han pasado, y cuando te asalten a preguntas respóndeles a todas, ya verás cómo en poco tiempo los tienes sentados a tu alrededor, los niños son muy curiosos, y eso es bueno, cuéntales por ejemplo como nos conocimos en aquel barco anclado en el puerto de Fuenterrabía, Hondarribia se llama ahora ¿no?, esa es una bonita historia para empezar.

Cuando Luisa abre la puerta solo oye el murmullo de la voz de su esposo, inquieta se dirige al origen de lo que oye y cuando se asoma a la estancia se asombra al ver a los niños en silencio, con los ojos muy abiertos, acurrucados junto al abuelo y escuchando atentamente sus palabras

Sonriente saluda a todos y besando uno a uno, le pregunta a Lázaro entre alegre y curiosa, ¿cómo ha ido todo?, ¿han hecho alguna travesura?

No, —responde tranquilamente el abuelo—solo cosas de niños.

Sobre los textos:

Fotografías:


MARINERO EN TIERRA, ALBERTI

VINAROZ- CASTELLÓN-COMUNIDAD VALENCIANA-EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

EL MAR. LA MAR

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?undefined
¿Por qué me desenterraste del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

DESDE ALTA MAR

undefinedNo quiero barca, corazón barquero,

¡Qué dulce el agua salada

quiero ir andando por la mar al puerto.

con su salitre hecho cielo!

¡No quiero sandalias, no!

¡Quiero ir descalzo, barquero!

No quiero barca, corazón barquero,

quiero ir andando por la mar al puerto.

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

DIME QUE SÍ

Dime que sí,undefined

compañera,

marinera,

dime que sí.

Dime que he de ver la mar,

que en la mar he de quererte;

compañera,

dime que sí.

Dime que he de ver el viento,

que en el viento he de quererte;

marinera,

dime que sí.

Dime que sí,

compañera,

dime,

dime que sí.

Del barco que yo tuviera,

serías tú la costurera.

Las jarcias, de seda fina;

de fina Holanda, la vela.

—¿Y el hilo, marinerito?

—Un cabello de tus trenzas.

Marinero en tierra, Rafael Alberti Merello, 1924

La lectura de un artículo en la bitácora de una persona muy interesante, Paúl Martín, un ser humano de esos especiales, que podrían dar clase de lo que quisieran pues el destino le ha hecho desempeñar múltiples oficios, estudiar de casi todo, pero que su vocación innegable es la de escritor, un escritor y poeta que lo es desde que supo poner una letra escrita sobre un papel, pero que como la mayoría de los seres inteligentes y sensibles que habitan este mundo, solo una minoría es capaz de reconocérselo.

Dice un día Paúl Martín: “… He leído por ahí muchas veces que la poesía es poco menos que recreativa, que todo lo que no sea mirar nuestro interior y reflejarlo en ella es poco menos que una afrenta…Yo estoy más con el poeta prometeico y León Felipe. La poesía es para que se entienda y la poesía ha de ser implicada, porque la revolución la hacen los poetas…”

Otro día nuestro Paúl Martín escribe: “… ¿Dónde nos perdimos para que hoy un poeta apenas sepa decir en sus versos que lo más salvaje que ha experimentado es montar una moto de agua o lo más excitante tocarse el ombligo? …lo dijo Gabriel Celaya -y lo cantó Paco Ibáñez– hace ya camino de cien años. Él, como muchos otros poetas comprometidos con su gran misión, veía en la poesía un instrumento capaz, con otros, de transformar el mundo …”

Y claro, yo creo en lo que dice; he vivido la abominable dictadura franquista, responsable de miles de muertos en las cunetas, miles de mujeres, niños violados, asesinados, miles de buenas personas exiliadas y sí, los poetas fueron con sus palabras los que ayudaron a los cambios que vinieron después.

Muchos, muchos, muchos murieron en el exilio, Juan Ramón Jiménez enterrado en San Juan de Puerto Rico, Emilio Prados murió en México como José Moreno Villa y como también Luis Cernuda o Pedro Garfias, Juan Rejano, Arturo Serrano Plaja, José Herrera Petere aunque a quien siempre he tenido como poeta de cabecera y que sí, comparto con Paúl Martín y con todos los que quieran conocer el alma de los españoles, al gran zamorano tan olvidado por la España de hoy  León Felipe, poeta universal y quien demuestra que la poesía es revolucionaria, como dice nuestro poeta amigo Paúl Martín.

Termino con unos versos de la Letanía de Nuestro Señor Don Quijote, de Rubén Darío, mencionado por Rafael Alberti en su discurso del premio Cervantes 1983 :

Ora por aquellos tristes enemigos

que plantan misiles en lugar de trigos,

sembrando la tierra de llanto y terror,

undefinedque cuando ya el siglo a su fin se inclina,

no es una paloma la que lo ilumina

en vuelo de gracia, de paz y de amor.

Sobre los textos:

Fotografías:

Francisco Villaespesa y las murmuraciones.

Puerto de la Azohía-Cartagena-Murcia-España ©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

Estudiar la literatura española, obliga, sobre todo a quien lo hace, a emprender un recorrido por las distintas corrientes y generaciones de autores, hete aquí que, recorriendo la producción literaria de finales del siglo XIX, dí en leer a los integrantes del Modernismo, saboreando a Rubén Darío en  su búsqueda de un mundo más bello y perfecto, y fue entonces cuando me adentre en los distintos escritores de la clasificación ordenada que hacen distintas enciclopedias que estudian el tema; leí al francés Charles Baudelaire el autor de Las flores del mal, a Jacinto Benavente, al falangista y fundador de ese partido fascista, el escritor franquista Rafael Sánchez Mazas, al catalán Eduardo Marquina, al murciano Ricardo Gil o el almeriense Francisco Villaespesa nacido en una comarca ( Laujar de Andarax), que para mí es una de las más bellas de España, La Alpujarra Almeriense.

Supusieron estas lecturas adentrarme en un mundo nuevo de palabras sugerentes, cultas, llenas de recursos y figuras literarias, aunque debo reconocer que sólo ancló en mí el sevillano autor de Soledades, el gran Antonio Machado, precisamente a quien los puristas no sitúan plenamente en este movimiento, dando tal adjetivo a su hermano Manuel Machado.

Hoy traigo a esta página un corto poema de Francisco Villaespesa, autor al que leía de niño por influencia de mi madre, que siempre tenía varios libros de poesía a mi alcance, además, como muestra de su prolífica actividad, un pequeño cuento que digitalizado por la Biblioteca Virtual de Andalucía puede leerse en PDF

Este poeta, puesto que lo más abundante de su obra fue en este campo, también fue periodista, autor y empresario de teatro, tuvo mucha popularidad en su época.

Francisco Villaespesa Martín ©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

SENTENCIAS Y DECIRES
¡Rico, nunca hagas alarde,
ante el pobre, de riquezas;
ni tú, pobre, al ver al rico
maldigas de tu pobreza,
que el rico con sus tesoros
y el pobre con sus miserias,
desnudos como han nacido
han de volver a la tierra!
II
Huye de murmuraciones,
porque el veneno más malo
no es el que vierten las víboras
sino el que sueltan los labios.
Nadie murmure de nadie,
que somos de barro humano
¡y no hay nadie que esté limpio
siendo formado de barro!

Francisco Villaespesa Martín

Texto: © documentos del autor de esta página

Fuentes:

Poesías Completas de Francisco Villaespesa , Tomo I, Aguilar,S.A. de Ediciones, Madrid-1954

Biblioteca Virtual de Andalucía

Francisco Villaespesa  por  Jesús Herrera Peña

Biografías y Vidas

Francisco Villaespesa en Wikipedia

 EL CRISOL DE LA CORDURA

Fotografías:

Cervantes humanizado

Cervantes Humanizado©EL CRISOL DE LA CORDURA 2020

«El viejo Cervantes, el desamparado Cervantes, sabía que su bien más precioso, el único que posee, es la libertad, la independencia.«, a estas palabras escritas por A. del Hoyo sobre él, a mediados de los sesenta del pasado siglo en la contraportada del libro, les precedían las del poeta R. de Garciasol, que confesaba: «El secreto de Cervantes, su legado, consiste en poner al hombre en posesión del hombre, en enquiciarle, en volverle a sí, desalienándole, quitándole enajenación, animalidad, locura, perdición »

El binomio formado por el poeta Miguel Alonso Calvo, conocido como Ramón de Garciasol y el editor, escritor, crítico literario, traductor y lexicógrafo español Arturo del Hoyo Martínez , forjaron en un pequeño libro que con el sello de cuadernos del club de Amigos de la Unesco fue publicado por la represaliada y clausurada por el franquismo en el 1970 la Editorial CIENCIA NUEVA, editorial que abrió brecha en el monolítico mundo cultural franquista, por su dedicación a «la edición y publicación de todo género de obras de carácter científico, filosófico, lingüístico, histórico, religioso, artístico, arqueológico, económico, político, jurídico, sociológico, y cualquier otro aspecto cultural», así como «la edición y publicación de todo género de obras de carácter literario, ensayo, novela, poesía, cine, teatro y bellas artes».

Pues una de sus publicaciones, suelo reseñar en el interior la fecha de las compras de los libros y la de éste es agosto de 1970, siempre lo he considerado una pequeña joya. Su lectura hizo el suficiente poso en mí, como para mirar con otros ojos, a Cervantes, a mi entorno y al mundo.
La joya de libro de la que hablo se llama CERVANTES HUMANIZADO.

Es un librito donde en algo menos de cuarenta páginas, se disecciona y se muestra al verdaderamente desconocido D. Miguel, utilizado en su tiempo y quinientos años después por los estamentos oficiales sin ahondar nada y aprovechándose de quien sobre todo, era un hombre, nada más y nada menos.

A Cervantes y sólo por añadir rasgos para conocerlo, se sabe por una antigua carta que envió desde Argel a Mateo Vázquez , que era algo tartamudo, él se retrata a sí mismo en el prólogo de las Novelas Ejemplares: «…rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos, y de nariz corva aunque bien proporcionada, las barbas de plata que no ha veinte años fueran de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes no crecidos porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia unos con los otros, y el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies…». En aquella época tenía casi los sesenta y seis años, pero llevaba bien los años, era una persona de gran energía y un profundo optimismo. Nos dejó el mes de abril de 1616, el día 23, sin embargo un mes antes, a primeros de marzo estaba todavía trabajando en su obra Los trabajos de Persiles y Segismunda.

A Cervantes se le conoce por El Quijote, pero es a él mismo, a su vida, a sus sufrimientos y a sus ejemplos de buena persona, alguien a quien desde siempre se nos suele hurtar, el gran personaje al que deberíamos mirar con profundidad es a él.

Su biografía está llena de los claroscuros de todos los seres humanos, de contradicciones, de su arte y de su genio innovador, de su capacidad de trabajo, de sus penurias en el cautiverio, de su dolor físico, del desagradecimiento del poder,…»por lo que su vida parece constituir una parábola de la grandeza y miseria de España»… como dice en su biografía de Cervantes el profesor de Literatura y Lenguas Clásicas, Alberto Szpunberg.

Termino con unas palabras escritas por Cervantes cautivo en Argel y desesperado, tenía entonces treinta años:

«Vida es esta, señor, do estoy muriendo
entre bárbara gente descreída,
la mal lograda juventud perdiendo.«

Texto: © documentos del autor de esta página

Cervantes Humanizado, Editorial Ciencia nueva, S, L., Madrid 1966

Biografía de Miguel de Cervantes, Alberto Szpunberg, Ediciones Rueda, 1999

Wikipedia

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Dos Españas frente a frente

Dos Españas frente a frente / al tiempo del guerrear / al tiempo del guerrear / se perdió la verdadera

En estos días llegan noticias de los esfuerzos del gobierno de coalición, en llegar a acuerdos y abordar juntos con el resto de los partidos del arco parlamentario, todos los problemas generados por la pandemia del Covid-19 y con el intento de salir con el menor costo social para los más débiles, del bache económico al que hemos sido abocados los españoles, en especial en un tiempo en que las consecuencias de todo lo que ha acarreado la paralización del país, son inimaginables todavía, sin embargo.. «algo esencial no funciona en la democracia española cuando los partidos son incapaces de cerrar filas y se lanzan a la yugular de sus oponentes» como dice Claudi Pérez en El País, aflora el cainismo de siglos, tal y como dice Antonio Navarro en Nueva Tribuna...» sembrar dudas acerca de la voluntad del gobierno para atajar la crisis de salud es irresponsable y de una maldad infinita, persigue crear un ambiente irrespirable, enfrentar a una parte de la población civil contra la otra»…ésta maldad cultivada con la soberbia que dá el poder económico y político detentado por las mismas familias durante cientos de años, salvo alguna breve pausa que además se apresuraron a eliminar y que rabiosamente han defendido con sicarios del mal, mercenarios del poder actuales, televisiones, prensa, radio, internet, etc. utilizando las mismas armas de siglos con el poder que dá el dinero, la mentira, la calumnia, el desprecio a la cultura, favoreciendo la confusión que que en mi opinión crea la ignorancia, lo que a mucha gente de nuestra quizas anestesiada sociedad nos hacen despertar con dolor de lo que fueron los sueños en los que  llegamos a creer, quizás ingenuamente, que podríamos caminar juntos.

Los mismos, las misma maldad de siempre vuelve a aflorar, Alfonso X El Sabio lo señalaba en su Primera Crónica General de España

(…) España sobre todas es engeñosa, atrevuda et mucho esforçada en lid, ligera en afán, leal al señor, afincada en estudio, palaciana en palabra, complida de todo bien; non ha tierra en el mundo que la semeje en abondança, ni se eguale ninguna a ella en fortalezas et pocas ha en el mundo tan grandes como ella. España sobre todas es adelantada en grandez et más que todas preciada por lealtad. ¡Ay España, non ha lengua nin engeño que pueda contar tu bien! (…) Pues este regno tan noble, tan rico, tan poderoso, tan honrado, fue derramado et astragado en una arremessa por desavenencia de los de la tierra que tornaron sus espadas en sí mismos unos contra otros, assí como si les minguasen enemigos; et perdieron ý todos, ca todas las cibdades de España fueron presas de los moros et crebantadas et destroídas de mano de sus enemigos.

Estoria de España, cap. 558 de la edición de Menéndez Pidal llamada Primera crónica general.

… «Pero llevábamos acumulando una carta de presentación demasiado larga y espesa que demuestra nuestra capacidad para acabar con nosotros mismos a una velocidad de vértigo, ya sea mediante una dictadura, un régimen monárquico expulsado por una República, a la que siguió un golpe de estado y una guerra que duró tres años y se resolvió con una nueva dictadura que duró cuarenta. Y otros cuarenta años más tarde, es decir, ahora, todo lo que creímos que era sólido ha entrado en fase de descomposición cayendo de nuevo en los mismos errores y tropezando una y mil veces en la misma piedra»

Las dos Españas / MIGUEL MUNÁRRIZ
  • Traigo aquí un corto poema de quien… « durante mucho tiempo Blas de Otero fue el poeta cantado por Paco Ibáñez en el Olympia de París o en las asambleas universitarias; luego el ejemplo conspicuo de lo que los manuales llamaban “poesía social”. Finalmente, un clásico perdido en algún lugar del siglo que se nos acabó hace unos pocos años»(Pablo Jauralde Pou)…..con unas letras que describen bien lo que sentimos y algunos queremos decir aquí:

LA VA BUSCANDO

Dos espumas frente a frente.

Una verde y otra negra.

Lo que la verde pujaba¹,

lo remejía²la negra.

La verde reverdecía.

Rompe, furiosa la negra.

Dos Españas frente a frente.

Al tiempo del guerrear,

Al tiempo del guerrear,

Se perdió la verdadera.

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Cervantes y la virtud perseguida.

«Yo he dado en Don Quijote pasatiempo
al pecho melancólico y mohíno
en cualquiera sazón, en todo tiempo»

En la vergonzosa e indigna campaña de calumnias y mentiras, difundida por todos los medios imaginables y que ha emprendido como tarea prioritaria la oposición encarnizada que tiene el actual gobierno de coalición, con el fin inconfesable en los medios, aunque difícil de negar en los hechos, de derribarlo sea como sea en el mas breve plazo posible, no cejan los ataques a las virtudes personales de ministros, personalidades e incluso las del mismo presidente Don Pedro Sánchez. El ardid de la calumnia como ataque a los mejores, o directamente el insulto, no es ninguna novedad, es una receta antigua, la menciona Plutarco cuando habla de la vida de Cicerón, y nuestro Cervantes en un genial y humilde diálogo del Quijote y Sancho, cuenta el como Julio Cesar, Alejandro Magno y otros personajes, reales o novelescos la padecieron :« Assi que, o Sancho, entre las tantas calumnias de buenos bien pueden passar las mias, como no sean mas de las que has dicho »

De nuestro gran Miguel de Cervantes, autor de la obra inmortal, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, quizás no pueda decirse que fuera un pedagogo en la actual acepción de la palabra, pero aunque en su obra no se lo propusiera, con naturalidad vierte a cada paso reflexiones, consejos, enseñanzas, finas críticas e ingeniosas agudezas, por eso sus lectores lo consideraremos siempre un sabio moralista y un habilísimo educador.

Para él la virtud es perseguida, sin embargo, manda el mensaje de no desmayar ante los obstáculos que se nos oponen, dejándonos dicho, que es inherente a la virtud el experimentar contradicciones

LA VIRTUD

«..Mira, Sancho», dixo don Quixote, «donde quiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. Pocos o ninguno de los famosos varones que passaron dexó de ser calumniado de la malicia. Iulio Cesar, animosissimo, prudentissimo y valentissimo capitan, fue notado de ambicioso y algun tanto no limpio, ni en sus vestidos ni en sus costumbres. Alexandro, a quien sus hazañas le alcançaron el renombre de Magno, dizen del que tuuo sus ciertos puntos de borracho. De Hercules, el de los muchos trabajos, se cuenta que fue lasciuo y muelle. De don Galaor, hermano de Amadis de Gaula, se murmura que fue mas que demasiadamente rixoso, y de su hermano, que fue lloron…»

“…Mira, Sancho, dijo Don Quijote, donde quiera que está la virtud en eminente grado es perseguida; pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia. Julio César, animadísimo, prudentísimo y valentísimo capitán, fue notado de ambicioso y algún tanto no limpio, ni en sus vestidos ni en sus costumbres. Alejandro, a quien sus hazañas conquistaron el nombre de Magno, dicen de él que tuvo sus ciertos puntos de borracho...”

 (Quijote, Par.II; Cap.II)

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