Gregor Schneider,es un artista aleman conocido por ser ganador del León de Oro de la Bienal de Arte de Venecia en el 2001,en su intento por romper tabues sociales ha querido,en Alemania exponer en un museo a un moribundo
Entrevistado por eldigital del diario Die Welt,afirmó que:
«La muerte y el camino a la muerte son desgraciadamente hoy en día un sufrimiento»
Defendio su idea de:
«exponer a una persona a punto de morir de forma natural o que acaba de fallecer»
El artista dijo que busca a alguien que «dé previamente su acuerdo a todo». «Estará en el centro de todo y todo se desarrollará con el consentimiento de sus allegados», aseguró Schneider.
Leo esta noticia con perplejidad,pues mi capacidad de asombro esta desbordada.
Creo que sí,la sociedad occidental conserva unas actitudes ante la muerte profundamente mediatizada por la cultura heredada.
Los norteamericanos, tanto negros como blancos, generalmente no esperan que sus familias los cuiden o carguen con ellos en la vejez o en la enfermedad, y son más proclives a pasar esa época de sus vidas en sanatorios o residencias para la tercera edad.
Los árabes, por el contrario, ansían que sus familias se hagan cargo de ellos y les supone un gran stress el pensar que tengan que vivir sus últimos días y morir en una residencia.
Para los hispanos, resulta muy importante el hecho de morir con dignidad y no tener que depender de sus familiares en caso de senilidad o de enfermedad grave. Por lo tanto, no se resisten tanto como los árabes a la idea de pasar sus últimos momentos con personal especializado en cuidar ancianos. Este grupo parecía más proclive que los otros a querer controlar el momento de su muerte.
Otras sociedades tienen actitudes totalmente distintas,pero de lo que no se habla es del intento de banalización que entraña la postura de este artista.Pues en todo tipo de sociedades sobre todo lo que hay es un gran respeto hacia ese transito.
Hay entre nosotros un movimiento cada vez mayor en favor de la muerte digna(y no tiene nada que ver con innovaciones plasticas).
Esta exagerada(para mi por supuesto),manera de entender el arte,me trae el recuerdo de otras recientes como la escatologica exposición defecaciones y otras lindezas, que con una gran repercusión en los medios, se han visto ultimamente.
El artista siempre escapa a su tiempo y es precursor de nuevas formas de ver la realidad,pero esta ruptura debe de tener ante todo el objetivo de mejorar a sus semejantes,y yo me pregunto¿los Schneider de turno,van por ese camino?.
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