Atahualpa Yupanqui, hambre y sed de justicia.

En una ocasión afirmó: “….Un poeta no tiene biografía, su vida está entera en su obra”.

Héctor Roberto Chavero, nacido en el Campo de la Cruz, en J. de la Peña, partido de Pergamino, en el norte de la provincia de Buenos Aires, el 31 de enero de 1908, de padre criollo y madre vasca, dejó atrás su nombre tomando el de  los dos últimos grandes caciques que existían en América a la llegada de los conquistadores. “Ata” significa venir. “Hu” : de lejos. “Alpa”: tierra. “Yupanqui”: para decir, para contar, para hacer cosas.

Una vez le preguntaron al gran Atahualpa Yupanqui, cómo cambiaria el mundo, contesto así:

“ Habría que destruir, o ayudar a que el hombre destruyera dentro de sí mismo, todo lo que tenga de egoísta. El día que se entre en conciencia de para qué venimos al mundo y qué tenemos que hacer en él, entonces tal vez se disminuya ese caudal de egoísmo que, a veces es motor que impulsa a las gentes a no portarse bien, a enriquecerse con facilidad, a inventar la guerra…..esas cosas horribles que acortan la vida del hombre y manchan su existencia en el universo. Si mis canciones pueden ayudar en una mínima parte a que la gente destruya su egoísmo, y me ayude a mí a destruir el mío, me doy por satisfecho”

La fuente de su música y su poesía fue el pueblo, su militancia sin dudas, junto al pueblo, sin distinción de banderías.

Hoy 23 de mayo hace 20 años de su muerte, como homenaje a él y tambien al muy querido por mí pueblo argentino, en el que en los años veinte del siglo pasado, estuvo mi abuelo materno como emigrante, (todos lo somos o lo hemos sido alguna vez, pero es seguro qué descendemos todos de emigrantes); ese pueblo que semanas pasadas determinados personajes públicos y medios de comunicación españoles por intereses de alguna multinacional fue denostado, incluyo aquí unos versos de su antología poética que hablan de lo que él definía con estas palabras:  “…España es el segundo elemento esencial de nuestra cultura, el primero es el autóctono. Son dos elementos bien diferenciados y hasta contrapuestos, fundidos en la magia de un paisaje qué no solo es físico, sino, esencialmente, espiritual…”  

Atahualpa Yupanqui habla de su pobreza y de la solidaridad.

CAMINITO ESPAÑOL

Por un camino de España

camina mi corazón,

antes no se conocían,

hoy son amigos los dos.

A veces bajo la luna

como una conversación

entre el mar y los pinares

va cantando el corazón.

Habla de pampas lejanas,

de unos aromos en flor,

de algún caballo perdido

que en esas tierras quedó.

Como en los Libros Sagrados

hay tiempo de sazón:

vivían sin encontrarse,

hoy la vida los juntó,

un corazón argentino

y un caminito español.

El camino nunca es triste,

lo entristece la canción

si el caminante le cuenta

su desvelo o su pasión.

El día que se separen

que no se digan adiós,

el camino en su paisaje

y sin rumbo el corazón.

Hermoso amor sin olvido

es la amistad de los dos:

un corazón argentino

y un caminito español.

Textos:

EL CRISOL DE LA CORDURA

Fuentes:

 Antología de Atahualpa Yupanqui por Ulyses Petit de Murat,

Editorial Novaro, Barcelona 1973

Esta obra se distribuye con una licencia de Creative Commons.

Creative Commons License

Publicado por

Juan Francisco

En la red, tan dada al anonimato, a mí me gusta conocer algo de quien escribe, aunque no necesito una biografía, ni un currículum vítae, por éso ahora diré quién soy: Mi nombre (cosa poco importante) es: Juan Francisco Nací en el Atlántico, pero me críe, vivo y sueño en el Mediterráneo. Tengo hijos y nietos además de una extensa familia a la que quiero mucho y que está repartida por todo el orbe, por eso, admiro, comprendo y puedo convivir con diferentes culturas. Conocí y tuve como maestros a grandes personas, aunque la mención de estas no os dirá nada por ser desconocidas para la mayoría, hecho éste que no resta un ápice a su grandeza. Me interesa, la historia, el arte, las letras, el conocimiento humano y la música. Busco la verdad en la información y creo en la necesidad de la denuncia de las injusticias. Hago míos los versos del genial Cervantes: “Vida es esta, señor, do estoy muriendo entre bárbara gente descreída, la mal lograda juventud perdiendo”. Si quieres contactar conmigo por algún motivo, manda un correo a: contacto@elcrisoldelacordura.com

3 respuestas a “Atahualpa Yupanqui, hambre y sed de justicia.

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. «Alguna gente se muere
    para volver a nacer.
    Alguna gente se muere
    para volver a nacer.
    Y el que tenga alguna duda
    Que se lo pregunte al Che.

    Nada más, nada más».

    Atahualpa Yupanqui.

    Versos que también valen para él.

    Me gusta

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