Limita tus creditos y deudas

Cada día nos levantamos con una nueva noticia

cada vez mas preocupante sobre la crisis económica.

Los datos están ahí,el endeudamiento y el índice de morosidad es importante y este ultimo esta alcanzando cotas muy altas.¿Que ha pasado?,pues que muchos particulares no han sabido calibrar con cordura su capacidad de endeudamiento.

Para ello todo el mundo debe de hacerse estas preguntas:¿Estoy debiendo yo más de lo prudente?,¿cual debe de ser el limite de mis deudas?.

Para determinar el límite de nuestro crédito,o la forma en que afecta a nuestra solvencia las deudas contraídas por nosotros,deberíamos de aplicar el siguiente procedimiento:

Primero,hagamos una lista de lo que debemos o de las deudas que pensamos contraer,(no han de incluirse en esta lista las hipotecas,los pagos pendientes por compras con 30 días de plazo,ni tampoco los pagos corrientes como los de la compra en el supermercado),sí han de incluirse,las amortizaciones de prestamos personales,compras a plazos,prestamos de financieras para el pago del automóvil,prestamos para mejoras de la vivienda y otros compromisos pagaderos a largo plazo.

Segundo,tomemos en consideración las tres normas adoptadas por los especialistas en crédito,que están fundadas en una justa proporción entre el total de nuestras deudas y el de nuestros ingresos:

Primera norma,la suma total de las deudas no ha de exceder el 20 por ciento de la renta anual.

Segunda norma,la suma total de las deudas no ha de exceder lo que alcanzaría a amortizarse en un plazo de 12 a 24 meses destinando a ello el 10 por ciento de la renta.

Tercera norma,para que nuestra situación económica sea segura, la suma total de lo que adeudemos no debe exceder de la tercera parte de nuestra «renta disponible»,(entiéndase por renta disponible el remanente de nuestra renta anual una vez cubiertos los gastos que corresponden a las tres necesidades fundamentales:alimentación,vestido y vivienda).

Estas normas debemos de aplicarlas en función de nuestras propias circunstancias,así sabremos si dependiendo de nuestra renta si debemos atenernos al limite máximo o al mínimo indicado en la relación deudas/renta.

La aplicación de estas normas dará una serie de cifras en al que la mas baja será el índice de seguridad,ahí nos podemos endeudar sin peligro,la cifra mas alta será el limite máximo al que solo deberíamos de acercarnos en circunstancias apremiantes.

No olvidemos el monto de pagos mensuales a que nos comprometemos,si son muy altos pueden llevarnos a la insolvencia aunque la suma total de nuestras deudas no rebase los justos limites.

Hay dos reglas usuales para determinar la cuantía de los pagos a plazos.

La primera es que la cuantía mensual de estos pagos no ha de ser mayor del 25 por ciento del sueldo neto,(esto solo señala un limite y no ha de entenderse que este limite esté a prueba de eventualidades).

La segunda regla es que lo que debamos pagar mensualmente a cada acreedor por una compra a plazos,no exceda del 10 por ciento de nuestros ingresos mensuales.

Cuando adquirimos algo a crédito (y eso hoy es muy común, con la enorme popularidad del dinero de plástico,las tarjetas), en realidad lo que hacemos es pagar un precio un poco mayor a cambio de conseguir inmediatamente la mercancía o los servicios que necesitamos,por eso convendría que tuviéramos presente estas indicaciones:

1.Salvo en circunstancias apremiantes,no debemos llegar,en las operaciones a crédito,hasta el limite máximo de nuestra capacidad económica.

2.Si nuestra cuenta de crédito es pagadera a 30 días hagamos uso de este crédito únicamente con vista a la comodidad que representa el poder pagar en una sola vez descontándolo de nuestra cuenta,todas las compras efectuadas durante el mes sin tener que andar con dinero efectivo encima.(pero no usemos esa cuenta para gastar parte del sueldo correspondiente a cada mes antes de haberlo percibido),cuando parte del ingreso mensual está destinado de antemano a pagar compras del mes anterior,el importe de éstas pasa a ser una deuda,lo que nos expone a que llegue el día en que,sin darnos cuenta,nos hayamos excedido del limite de deuda que permiten nuestros recursos.

3.El crédito para compras a plazos debemos reservarlo para casos de urgencia,o para artículos de primera necesidad,o para equipos domésticos que representen en realidad una economía y que al usarlos ahorremos en gastos de la casa,(comprar un frigorífico o hacer reparaciones en la vivienda es mas juicioso que la compra del ultimo modelo de televisor o en costearnos un viaje de vacaciones).

Se ha dicho del dinero: ¡buen servidor es el crédito,pero malísimo amo!, por eso algunas veces que ha salido este tema a colación( y por eso lo traigo hoy a EL CRISOL DE LA CORDURA),hay quien ha planteado sino seria preferible comprar siempre al contado,(y quizás lo sea),pero también es verdad, que el crédito se ha convertido hoy en parte esencial del comercio y de nuestro estilo de vida y tampoco ha de negarse que el crédito cuando lo empleamos juiciosamente,limitando nuestros créditos y deudas, proporciona grandes ventajas.