El mar no es un basurero


En Julio del 1998(ahora hacen diez años) apareció una langosta fluorescente y radioactiva de 2,5 metros de longitud cerca de las tuberías submarinas de la Planta de Reciclaje Nuclear de Sellafield en el Reino Unido.
Las aguas residuales de los sistemas de refrigeración de las turbinas nucleares se vierten al mar y a los ríos.
Esta agua contiene sustancias radioactivas como el plutonio y el tecnecio-99 que afectan a los ecosistemas acuáticos.(Este último compuesto tiene usos en la medicina actual, a los que no pongo objeciones,solo al que se produce generado por los residuos vertidos al mar).
Ese mismo año, la Comisión Europea, entonces integrada por 15 países, prohibió el vertido de residuos nucleares en el noreste del Atlántico y en el Mar del Norte.


Pero los vertidos siguen produciéndose en los demás lugares del mundo.

En 2003, unos 440 reactores nucleares estaban activos en todo el mundo, hoy hay 30 más en construcción y otras tantas en proyecto, Rumania, Filipinas, Japón, Corea del Sur, China, Taiwán é Irán tienen previsto expandir sus programas nucleares y añadir todavía más residuos nucleares, si cabe, a las aguas del mundo.






























Viene esto a cuento por una noticia aparecida en los medios en estos días referida a mi ciudad, en la que Greenpeace decreta alarma toxica en el puerto de Cartagena.











Un buceador de Greenpeace sostiene la pancarta en la que se lee ‘Alarma tóxica’ bajo el agua.
Un equipo de treinta buzos de la organización ecologista comprobó ayer los tóxicos que se vierten al mar procedente de las industrias.


Naciones Unidas ha señalado a Cartagena como ‘punto prioritario de contaminación’ y la Agencia Europea de Medio Ambiente destaca su bahía como ‘punto de alarma’ por vertidos tóxicos.
El complejo petroquímico de Cartagena refina más de cinco millones de toneladas de crudo al año. Además, otras industrias como Navantia, Fertiberia y tres centrales térmicas de cogeneración vierten sus residuos que son altamente contaminantes”, indicó el responsable de comunicación de esta campaña contra la contaminación marina, Julio Barea, que además recordó que el agua de los puertos de Cartagena y sus sedimentos se encuentran contaminados por altas concentraciones de metales pesados”. Los miembros de la organización trasladarán estos datos en un informe que será entregado al ministerio de Medio Ambiente y a la Comunidad Autónoma. «Se trata de que los responsables políticos actúen para frenar estos vertidos tóxicos», afirma el señor Barea. Fuente Greenpeace
No estaria mal que le dieramos un vistazo a los informes de la Agencia Europea del MedioAmbiente.
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Si alguno de los lectores,no la conoce nuestra costa es de una belleza increible.
Pero además debería de saberse por todos, que en nuestra turística ciudad tenemos problemas derivados de esta contaminación a lo largo de los años, (recuerdo que una de las manifestaciones más numerosas de todos los tiempos fue precisamente en protesta de la contaminación, a ella acudieron casi todos los cartageneros), uno de estos problemas es la salud.

“Los niveles de contaminación y la toxicidad de los vertidos que se están produciendo en el entorno de Cartagena no sólo afectan al medio ambiente. Según los estudios epidemiológicos realizados a escala nacional, los cánceres de pleura, hematológicos (mieloma), laringe y pulmón, en Cartagena son superiores a la media española, lo que parece confirmar que las zonas industriales disparan la incidencia de tumores”. Fuente europa press
Y se quedan cortos pues además hay otros tipos de enfermedades que no quedan registradas en estos estudios que deberían de tenerse en cuenta, como cáncer de mama, enfermedades de tipo alérgico(numerosísimas) e incluso otras mas silenciadas como las enfermedades mentales, de alta incidencia en nuestros lares.
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Greenpeace no es la primera vez que viene por aquí, ya denuncio en el pasado la situación de la Bahía de Portman y desde luego esta asociación no es del agrado de nuestras autoridades .Pudiera ser porque la verdad en estas cuestiones, como en todo, es incómoda. Pero ellos gritan alto una verdad que debiéramos de tener como lema todos los humanos:

 

“El mar no es un basurero”

Fuentes y fotografias:Agencia Europea del Medio Ambiente,Greenpeace,Colors,europa press,20Minutos,El País.com.

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